Nos hemos adaptado a un mundo visual, tanto es así que, una tercera parte de nuestros procesos mentales son para captar y analizar esta información .  Hemos abandonado un mundo de sonidos y olores, por uno de formas y colores, pensamos con los ojos. Esto nos ha ayudado a sobrevivir, seguramente, en los bosques para diferenciar los colores de los frutos y captar el movimiento de los reptiles.  Es tanta la información visual que absorbemos que, sólo utilizamos una pequeña parte, de ahí sacamos una interpretación de la realidad que nos rodea. Para hacernos una idea, si queremos concentrarnos, al cerrar los ojos, nuestro pensamiento irá más rápido, porque hemos liberado al cerebro de la luz y, así pensamos mejor.

Con tanto grado de especialización, es una faena que nos falte la vista, pero también el resto de capacidades van a poder desarrollarse mejor. Está claro, que como corredores nuestra vista es fundamental para sortear los obstáculos que encontremos en nuestro camino.

Este año a nuestro grupo se unió Jordi, nuestro compañero invidente, se abrió una puerta a una realidad que no nos habíamos planteado antes, el nos pide prestados nuestros ojos, nos habla mientras corremos con él, al principio hay que adaptarse, tenemos que mandarle los mensajes del terreno, después de un rato te acostumbras a correr con soltura. Con el mismo esfuerzo, le estamos permitiendo practicar este deporte, que de otra manera no podría.

Nuestro compañero ha enriquecido al grupo desde que ha llegado. Compartimos los entrenamientos, como muestra la fotografía, unidos por una cuerda, con todos los sentidos alerta y compartiendo el sentimiento de grupo y deporte que nos une.

Comparte tu energía es la primera plataforma que une a runners ciegos con corredores guía:   https://compartetuenergia.com/es/

¡Animaos!